Jue. Nov 21st, 2024

Ver rostros bellos influye en el sistema de recompensa del cerebro, el mismo que se activa cuando comemos algo sabroso o ganamos la lotería. De hecho, contemplar caras hermosas produce aún más deseo de seguir viéndolas, según los últimos estudios científicos.
Un rápido vistazo al rostro de la persona que está frente a nosotros nos proporciona una abundante información sobre el individuo propietario de esos rasgos faciales ¿Ya nos conocemos? ¿Es hombre o mujer? ¿Está feliz o enojado? ¿Es alguien atractivo o por el contrario desagradable?.
La investigadora Olga Chelnokova ha explorado cómo nuestro sistema visual es capaz de dirigir
la atención a la información más importante de una cara, en un trabajo doctoral para el Departamento de Psicología de la Universidad de Oslo, UiO (www.uio.no/english), en Noruega.


CURIOSOS POR NATURALEZA
Así, Chelnokova ha descubiertos varios aspectos sobre el reconocimiento facial: que somos por naturaleza muy curiosos respecto de los rostros de los demás; que leemos historias en ellos; que nuestra atención se centra, sobre todo, en los ojos de la personas que observamos; y que contemplar una cara agraciada nos produce placer y nos cuesta dejar de mirarla.

Además, su estudio sugiere que el proceso evolutivo de los seres humanos nos ha hecho “expertos en las caras ajenas”. “Investigaciones anteriores habían establecido vínculos entre el atractivo facial y factores importantes para la propagación y evolución de nuestra especie, como son la salud y el buen potencial reproductivo. Podemos especular ahora con que existe una razón evolutiva detrás de que nuestro cerebro disfrute mirando y queriendo mirar más a una cara atractiva”, indica Chelnokova a CONTACTO NOTICIAS.
“El sistema de recompensa cerebral está involucrado en la generación de la experiencia del placer cuando, por ejemplo, disfrutamos de una comida deliciosa o ganamos un premio de la lotería”, explica esta investigadora. “Ahora hemos descubierto que ese mecanismo neurológico también se encarga de crear las sensaciones placenteras que tienen lugar cuando vemos una cara bella”, añade.
En este estudio, los científicos permitieron a los participantes ver una serie de imágenes de caras calificadas previamente como muy atractivas, medianamente atractivas o menos atractivas. A continuación, los participantes tuvieron que calificar los rostros más atractivos de entre
todos los que visionaron.
Los investigadores descubrieron que la observación de caras bonitas tiene como resultado cambios en el comportamiento del observador, como aumentar las ganas de seguir mirándolas.
Este fenómeno ha sido constatado por primera vez en este estudio noruego, según el servicio de noticias científicas ‘Sinc’.
En efecto, durante los experimentos, Chelnokova comprobó que al puntuar las caras más atractivas, los participantes se mostraron dispuestos a seguir pulsando el botón que indicaba el grado de atractivo de dichas caras, para poder seguir viéndolas durante más tiempo. Asimismo, miraban durante mucho rato a los ojos de las personas que aparecían en las fotos.
Otro estudio, que forma parte de la tesis de Chelnokova, consistió en hacer que un grupo de participantes mirasen imágenes tridimensionales de caras, mientras se efectuaba un seguimiento
de sus movimientos oculares.

Por Catalina Mejia

Gerente General en Esloan marca. Mujer emprendedora, de buenas ideas, con experiencia en diferentes campos empresariales relacionados con la salud, la comunicación y la producción.

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